El rasgo de alta sensibilidad

Todos los seres humanos somos únicos y diferentes, aunque compartimos el 99% de nuestro código genético, ese 1% restante sumado a la diversidad de condiciones que determinan nuestra actitud temperamento y personalidad, permite que seamos una de las especies más heterogéneas de este basto planeta.

A pesar de ello, en pleno siglo 21 existen personas que debido a esta unicidad sientan que son percibidas como especímenes extraños. Es así como una parte de la población que comparten el “Rasgo de la Alta Sensibilidad”, un atributo que solamente lo posee el 20% de la población, tanto hombres como mujeres. Esto quiere decir que 1 de cada 5 individuos es una persona altamente sensibles.

¿Sientes las cosas más profundamente que los demás?

¿Eres de aquellas personas sienten las cosas más profundas que otras, que se bruman fácilmente los espacios abarrotados y los entornos agitados?  Todas las personas en general podemos manifestar cierto grado de sensibilidad en situaciones determinadas,  aquellas personas con rasgos de alta sensibilidad experimentan físicas y emocionales mucho más intensas que os demás. Esto se debe a que estas personas poseen un sistema neuro-sensorial más desarrollado y potente que el resto de la población. Cómo tener una gran antena parabólica que siente y percibe con gran fuerza claridad y detalle.

Ventajas e inconvenientes

Como todo en la vida, esta condición tiene pros y contras.  Entre las virtudes más relevantes o sobresalientes tenemos la empatía, inventiva, intuición, consciencia emocional o capacidad reflexiva. No es de extrañar que aquellas personas con alta sensibilidad se desempeñen bastante bien como  artistas, músicos, activistas, escritores, consejeros, terapeutas o asesores.

Las personas con rasgo de alta sensibilidad so muy creativas por e innovadoras por naturaleza. Tienen la capacidad de percibir más allá de lo que los demás perciben. Muchas veces son señalados como raros, tienen la capacidad de ver nuevas opciones, posibilidades, formas de crecimiento y desarrollo, se involucran en asuntos que atañen a la sociedad, al planeta, al medioambiente o a los animales.

Así mismo, en el paquete viene incluido una serie de contrariedades, solo imaginen por un momento sentir intensamente todo y a todos, impregnarse de todas esas señales y sutilezas emocionales del ambiente y las personas que te rodean. ¡Resulta bastante agotador de solo pensarlo!

LAS 4 CLAVES

La historia personal de la Dra. Elaine Aron, psicóloga norteamericana y máxima autoridad en la investigación del rasgo de la alta sensibilidad, es sobrecogedora. Tras pasar gran parte de su vida sintiéndose incomprendida por su manera particular de percibir la realidad, comenzó su peculiar cruzada para darle respuesta a esta singular habilidad, revelando cuatro características o condiciones que deben confluir para identificar a un verdadero PAS:

1. Profundidad de procesamiento de la información. Están dotados de una magnífica maquinaria que procesa, interpreta y conecta todo aquello que perciben. Le suelen dar muchas vueltas a las cosas y se detienen a observar las circunstancias desde todas las ópticas posibles para encontrar el sentido práctico o utilidad de todo cuanto les influye.

2. Sobreestimulación. Ocurre cuando la carga sensorial nos sobrepasa, como puede suceder en un paseo por un centro comercial abarrotado, en un concierto multitudinario o en un ambiente de trabajo cargado de estímulos. Esta abrumadora saturación provoca la necesidad de buscar vías de escape para recuperar la calma, encontrar momentos de silencio o ambientes más tranquilos.

3. Fuerte emocionalidad y empatía. Tienden a mostrar reacciones más intensas de lo habitual, ante experiencias tanto positivas como negativas. Son personas más conscientes de las emociones de los demás, piensan en lo que otros necesitan y se preocupan por ayudarles.

4. Sensibilidad a las sutilezas. Un aroma suave, un leve sonido, una textura inusual, un sabor peculiar… los matices cuentan para que algo les pueda encantar o resultar repulsivo. No es habitual que se tomen las cosas a la ligera o que dejen pasar por alto los detalles.
Quizás la naturaleza es tan sabia como dicen y nos ha dotado de estos perfiles humanos para equilibrar o armonizar la balanza de las acciones del hombre, ya que contar con este tipo de personalidades entre las figuras más influyentes del mundo nos llevaría a otro tipo de acciones y resultados.

La alta capacidad de reflexión, raciocinio, sensibilidad y empatía podrían desembocar en juicios más justos, percepciones más amplias, receptibilidad ante las necesidades humanas y búsqueda de equilibrios entre las partes implicadas en un conflicto. Ser sensible no es una debilidad, posiblemente sea una de las más grandes fortalezas porque, según Elaine Aron, “el problema no es ser altamente sensible, el problema es pretender no serlo”.

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