El sentido de la resiliencia

¿Qué significa ser resiliente?

La resiliencia es la capacidad de resistir la adversidad y recuperarse de los eventos difíciles de la vida. Ser resiliente no significa que las personas no experimenten estrés, agitación emocional y sufrimiento. Algunas personas equiparan la resiliencia con la dureza mental, pero demostrar resiliencia incluye trabajar a través del dolor emocional y el sufrimiento.

¿Qué es la teoría de la resiliencia?

La gente se enfrenta a todo tipo de adversidades en la vida. Hay crisis personales, como enfermedad, pérdida de un ser querido, abuso, intimidación, pérdida de empleo e inestabilidad financiera. Hay una realidad compartida de acontecimientos trágicos en las noticias, como ataques terroristas, tiroteos masivos, desastres naturales y, por supuesto, la pandemia COVID-19. Las personas tienen que aprender a lidiar y trabajar a través de experiencias de vida muy desafiantes.

La teoría de la resiliencia se refiere a las ideas que te rodean, cómo las personas se ven afectadas y se adaptan a cosas como la adversidad, el cambio, la pérdida y el riesgo.

La resiliencia no es un rasgo fijo. La flexibilidad, la adaptabilidad y la perseverancia pueden ayudar a las personas a aprovechar su resiliencia cambiando ciertos pensamientos y comportamientos. Las investigaciones muestran que los estudiantes que creen que tanto las habilidades intelectuales como los atributos sociales pueden desarrollarse muestran una respuesta de menor estrés a la adversidad y un mejor rendimiento.

La resiliencia se puede definir en términos de cinco principios:

Gratitud
Compasión
Aceptación
Significado
Perdón

Principales factores de la resiliencia

Desarrollar resiliencia es complejo y personal. Implica una combinación de fortalezas internas y recursos externos, y no hay una fórmula universal para ser más resistente. Todas las personas son diferentes: Mientras que una persona puede desarrollar síntomas de depresión o ansiedad después de un evento traumático, otra persona podría no reportar ningún síntoma en absoluto.

Una combinación de factores contribuye a aumentar la resiliencia, y no hay una lista de tareas sencillas para trabajar a través de la adversidad. En un estudio longitudinal, los factores protectores para los adolescentes en riesgo de depresión, como la cohesión familiar, las autoevaluaciones positivas y las buenas relaciones interpersonales, se asociaron con resultados resilientes en la edad adulta joven.

Mientras que las personas procesan traumas y adversidades de diferentes maneras, hay ciertos factores protectores que ayudan a desarrollar la resiliencia mejorando las habilidades de afrontamiento y la adaptabilidad. Estos factores incluyen:

Apoyo social. Los sistemas sociales que proporcionan apoyo en tiempos de crisis o trauma apoyan la resiliencia en el individuo. El apoyo social puede incluir familiares, comunidades, amigos y organizaciones inmediatas o extensas.

Planificación realista. La capacidad de hacer y llevar a cabo planes realistas ayuda a las personas a jugar con sus fortalezas y centrarse en objetivos alcanzables.

Autoestima. Tener confianza en uno mismo, apreciarse, autovalorarse, es decir tener un sentido positivo de sí mismo y confianza en las fortalezas de uno puede evitar sentimientos de impotencia cuando se enfrenta a la adversidad.

Las habilidades de afrontamiento y resolución de problemas ayudan a empoderar a una persona que tiene que trabajar a través de la adversidad y superar las dificultades.

Habilidades de comunicación. Ser capaz de comunicarse de manera clara y efectiva ayuda a las personas a buscar apoyo, movilizar recursos y tomar medidas.

Regulación emocional. La capacidad de manejar emociones potencialmente abrumadoras (o buscar ayuda para trabajar a través de ellas) ayuda a las personas a mantener el enfoque al superar un desafío.

La investigación sobre la teoría de la resiliencia muestra que es imperativo manejar el entorno inmediato de un individuo y promover factores protectores mientras aborda las demandas y factores estresantes a los que se enfrenta el individuo.

En otras palabras, la resiliencia no es algo que las personas aprovechen sólo durante momentos abrumadores de adversidad. Se construye a medida que las personas se encuentran con todo tipo de factores estresantes sobre una base diaria, y los factores de protección se pueden nutrir.

¿Por qué es importante la resiliencia?

La resiliencia es lo que da a las personas la fuerza emocional para hacer frente al trauma, la adversidad y las dificultades. Las personas resilientes utilizan sus recursos, fortalezas y habilidades para superar desafíos y trabajar a través de contratiempos.

Las personas que carecen de resiliencia son más propensas a sentirse abrumados o indefensos, y dependen de estrategias de afrontamiento poco saludables (como evitar, aislamiento y automedicación). Un estudio mostró que los pacientes que habían intentado suicidarse tenían puntuaciones significativamente menores en la escala de resiliencia que los pacientes que nunca habían intentado suicidarse.

Las personas resilientes experimentan estrés, contratiempos y emociones difíciles, pero aprovechan sus fortalezas y buscan ayuda de los sistemas de apoyo para superar los desafíos y resolver los problemas. La resiliencia les permite aceptar y adaptarse a una situación y avanzar.

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