Bebe lactante cómo sabes si quedó satisfecho
Cuando la lactancia materna está establecida, la madre puede experimentar como, cada vez que el bebé llora, pareciera que la leche saltara a su pecho, repentinamente se llenan las glándulas mamarias por que el cuerpo está adaptado para las demandas del bebé.
Se debe alimentar al bebé siempre que este quiera, no importa si no han pasado una, dos o tres horas desde la toma anterior.
Por lo general, la madre no debe preocuparse por el abastecimiento de leche, ya que la producirá según sus requerimientos. Las madres primerizas, especialmente las que alimentan a sus bebés con leche materna, se preocupan porque sus bebés se alimenten lo suficiente, y dudan, como es normal, de cuántas tendrán que colocar al pecho a sus bebés o por cuanto tiempo tendrán que hacerlo. De manera orientativa los bebés recién nacidos se alimentan de ocho a doce veces al día durante el primer mes, y en un principio les bastará con unos 10 minutos de cada pecho.
El horario de las tomas de leche del bebé
Los bebés recién nacidos no deben seguir un horario de tomas rígido, ya que cada niño marcará su propio ritmo de alimentación y, sin duda, lo hará saber a su madre mediante el llanto. Asimismo, nos indicará que está satisfecho cuando se retire del pecho o comience a chuparlo lenta y desinteresadamente. Si el bebé se muestra apático y realiza pocas tomas, deberá consultarse con el pediatra que controlará la ganancia de peso y nos marcará las pautas de actuación.
Los bebés no siempre toman la misma cantidad de leche, a veces, se sacian pronto porque el sueño los vence y cuando despiertan vuelven a reclamar aquello que les quedó por tomar. También hay momentos del día en que tienen más apetito, iremos reconociendo sus pautas individuales de alimentación poco a poco. Sabremos que éste toma la cantidad necesaria de leche si moja de cuatro a seis pañales y, si gana peso, según la consideración de su pediatra (aproximadamente unos 250 gramos por semana).
Los bebés no siempre lloran por hambre, pero la mayoría se calman al colocarlos en el pecho. No es raro que un bebé se agarre al pecho simplemente por sentir consuelo y contacto físico con su mamá, y aunque con la lactancia materna no podemos medir la cantidad de leche que toman, existen unos signos claros para saber si nuestro bebé tiene hambre:
- Si mueve la cabeza de un lado a otro, obedeciendo a su reflejo de búsqueda del pecho.
- Si abre la boca y saca la lengua como un pajarillo.
- Si mete las manitas en la boca para chuparlas. – Si da cabezazos contra nuestro pecho.
- Si coloca sus labios hacia afuera y succiona ante cualquier contacto corporal.
Patro Gabaldón. Redactora de GuiaInfantil.com
Fuente: guiainfantil.com